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ASPE - Arista de los Murciélagos



ASPE (2640 m).  Arista de los Murciélagos (Vº) - Pirineo Aragonés.


La arista Este del Pico de Aspe, bautizada con el nombre de "Los Murciélagos" por sus primeros ascensionistas, es un recorrido clásico imprescindible para cualquier pirineista. Escalando por esta línea divisoria que separa los valles de Canfranc y de Aísa seguiremos los pasos del malogrado Alberto Rabadá, que junto con tres amigos, y divididos en dos cordadas, descubrieron este camino para nosotros, aquellos que aún vemos el lado más añejo y romántico de la montaña, y que transcurre fuera de las modas imperantes y del culto al grado, que normalmente todo lo diluye y contamina.

Acceso: desde la localidad de Aísa habrá que seguir la carretera que se dirige a Aragüés del Puerto, desviándonos a la derecha tomando un ramal que durante 10 kilómetros remonta la cabecera del río Estarrún y que finaliza ante un portón para el ganado, en la zona conocida como La Cleta. Aparcar por la zona.

Material:  cuerdas dobles, un juego de fisureros, algún katxarro (friends), cintas exprés y drizas largas.
Horario: 2h 30 min. - 3 horas, para un desnivel de 800 metros desde La Cleta hasta el Paso de la Garganta de Aísa, donde arranca la Arista de los Murciélagos.
De 3 a 4 horas, para un desnivel aproximado de 350 metros en el recorrido de la arista hasta la cima.
El descenso lo realizaremos por la ruta normal (S-SO). Calculad unas dos horas.


LA CLETA. 
Rebasamos un portón para el ganado (no olvidéis de cerrar dicho portón tras vuestro paso).


Ascendemos por una amplia pista hormigonada.


Más adelante prestaremos atención para vadear un arroyo a la altura del Refugio de Saleras.


En un punto del camino dejaremos a nuestra izquierda el camino de la ruta normal al Aspe, que es la que utilizaremos para descender, y nos desviaremos a la derecha para entrar en el Valle de Rigüelo.


Primero caminaremos en leve descenso, para luego ir ascendiendo por este valle, pasando por debajo del Pico Rigüelo.


Más arriba comienza a verse nuestro objetivo.


La Arista de los Murciélagos arranca desde el Paso de la Garganta de Aísa, aunque este tramo es corto y carente de interés (bajo nuestro punto de vista, claro), por ello decidimos entrar a saco y desviarnos directamente para atacar la primera aguja (Dondestastú) de este recorrido. 


Algo fatigados, pero con mucha ilusión, alcanzamos la base de la Aguja Dondestastú, que se encuentra plagada de Edelweiss. En la arista vemos a una cordada que ya está metida en faena.


Recuperamos fuerzas un ratito y nos calzamos todos lo artilugios para emprender nuestra nueva aventurilla, en pos de los pasos del gran Rabadá y sus compañeros.  EMPIEZA EL ROKANROL !!!


AGUJA DONDESTASTÚ (III+).   
Atacamos el espolón (roca mediocre) ascendiendo fácilmente; mientras subimos metros esto gana en espectacularidad. Siempre buscando el mejor paso llegamos a coronar la Aguja Dondestastú (puede escaquearse la cima andando por una repisa a la izquierda). Un corto y fácil destrepe (rápel opcional sobre cintajos) nos deja en la brecha al pie de la Aguja Dondestanestos, donde se inicia el siguiente largo.


AGUJA DONDESTANESTOS  (IV). 
Le metemos zapatilla a la placa vertikal que tenemos por delante, aquí la roca gana en calidad y el vacío bajo nuestros pies empieza a notarse. Más arriba iremos con tendencia hacia la derecha para salir de este muro, llegando a una canal que nos lleva a ganar la parte más alta de la aguja. Montar reunión sobre cualquier bloque.


Una vez en lo más alto de la Aguja Dondestanestos, podemos recoger cuerdas o progresar en ensamble (II) por el bonito tramo de arista, con una visión perfecta de todo lo que nos rodea.


Llegamos al rápel (20 metros), que está instalado con cintajos abrazando un bloque, y que nos deja en una horquilla, en la base del contrafuerte de la antecima que tenemos que atacar seguidamente.


ANTECIMA  (V). 
Desde la citada horquilla remontamos por el filo (II), con lógica se llega al paso clave, bajo el cual montamos reunión en un clavo kotxambroso que encontramos. El paso consiste en subir a una estrecha repisa (V), agarrándonos a una fisura horizontal con buena presa para mano, pero con el inconveniente de que desploma un poco; llevando macuto es algo difícil incorporarse a dicha repisa. Luego se tira hacia la izquierda para, por terreno más fácil, ascender diagonalmente a la derecha y llegar a un bloque que desploma (V) protegido por un cordino, este paso es corto pero raro. Superado este obstáculo la dificultad decrece. Montaremos reunión en una cómoda terraza, lazando cualquier bloque o con katxarros.


Lo siguiente es una fácil trepada hacia la derecha que nos acerca a una tximenea (III), que remontamos hasta su finalización, para seguir escalando con tendencia a la derecha por terreno algo descompuesto.


Terminaremos saliendo a la Antecima, donde progresaremos con cuidado por su arista horizontal (abismos a ambos lados). Desde aquí ya podemos ver frente a nosotros el vértice geodésico de la cumbre.


Una profunda brecha nos separa de la cima, para llegar a ella habrá que perder algunos metros por la vertiente de Canfranc y remontar por terreno fácil hasta alcanzar la cumbre.

ASPE (2640 m).
Pues sí, amigos Utópikos, otra aventurilla y otros sueño realizado. Lo mejor de todas estas andanzas está en saborear lo pequeño, extraer el jugo a lo que la vida nos ofrece. Buscad siempre la mejor compañía y salid a navegar por este mundo plagado de maravillas que descubrir.  
Beti Aurrera.  SALUD !!!.



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